jueves, 24 de diciembre de 2009

Semblante de vacíos... lo fui...


Cegado como siempre, dejado al instinto, al viento, a la razón de la nada, eh perdido como siempre yo, por mi culpa y por mi pecado. Solo mire lo que yo quería y mas equivocado no podía estar, acaso siempre fue tu razón, tu demencia la verdadera arrogancia y verdadera vida, no logro ver aun, cegado en la mas idiota idea, culpando solo a todos, por el pez que yo ahogue, por la demencia que solo nació de mi, por la inútil necedad de querer amar, por la brutalidad que solo eso abarca, exageración de todo, mi debilidad, mi ambición, puro vomito del alma, escarchado en el frió debo escupir el pasado, que aun así vuelvo a besar, camino tras camino tras camino vuelvo allí, donde el tiempo se corta con ligero papel, ya ni siquiera un dibujo me deja respirar, nada me apasiona, nada me llena, la sed de un animal esta consumiendo mi consiente, llegare a ser la metamorfosis del olvido, atrapado en paredes de aire, creaciones y mundos del mas puro egocentrismo, acá, aquí, allá, herida, yagas de verdad, ocultamiento y sopor del fuego, la llama azul sera mas fría que el día que se rompió todo... y dejaste que pasara aun mas tiempo, y me haz dejado, me quieres abandonar, por que cruce la linea, al decir lo que allá se ocultaba.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Infamia pasajera, de mala gana un mal día y un mal año


Solo corría lejanamente por las playas de mi mente, cuando un día comenzaba a desaparecer, lleno de infinitas ideas y absurdos sueños que solo un surrealista podría descifrar, me aleje del océano para acercar mi vista al paisaje terrenal y ver la gran riqueza que las personas no han sabido cuidar, y es que mi vuelo solo encerraba una caja de lugares nunca antes vistos, pero que si lográramos visitarlos, me imagino formaríamos parte de el, es el llamado “sueño”, intransigente y desprovisto de realidad, bastante mas dulce que un día que corre continuamente, algo que me dejo aquí, en el camino.

Solo un sueño fue, la fría realidad es que estoy parado frente a un salón de clases dispuesto a dejarse pintar, en mis manos sostengo un delgado palo de escobillón que termina en un rodillo empapado en pintura, el dolor de mi cuello hace insoportable volver a pasar pintura por ese muro, pero la agonía pronto termina, me sumerjo en un nuevo sueño y es así como avanzo el día, el trabajo, en la mas remota soledad, es extraño, solo unos días atrás estaba fielmente acompañado, ese hoy, dejo la oscura pagina de algo inconcluso, sumergido y ahogado en sueños y recuerdos de una relación grata e ingrata cuando se derrumbo, soñaba en mi silencio, en mi soledad, era mi trabajo mas arduo, mas que el dolor provocado al pintar los muros.
Incansablemente buscaba respuestas en lo que desaparecía tras la pintura, quizás un ladrillo viejo podría gritarme un mensaje, pero nada, quizás el ansia de terminar cumplía con esa función, solo a veces el silencio era interrumpido por una esporádica radio, la cual en su intento por sintonizar, creo que tomaba la estática de mis ideas.

Ahora estaba en mas lugares que ningún otro podría imaginar, es el poder que todos poseemos, malo y bueno, desastroso y singular, quisiera compartirlo, pero seria un acto fallido poder describirlo, solo una palabra se acerca, esperanza, ¿de que?, ¿en que?, dudas solo escuchadas al viento.

Y continuo el día, un largo y frio día, sin frutos y sin futuro, ahogado en el sueño, en la irrealidad, perdido en el mas bizarro de los mundos, la utopía de la nada, que llevo a terminar de mala manera un año, sin culpas, sin daños, sin nada, en la mas triste soledad de un viento.

Kusma.
(02/12/2009)